Libro de los héroes.-

Libro de los héroes.-

28 de octubre de 2011

Capitulo 22.-

-¿2+2=3? ¿Desde cuando mediadora?

Me volvió ese maldito escalofríos desagradable, que sentí hace tiempo, sentía que todo volvía de nuevo..

Emily Elizabeth: ¿Que estas queriendo decir?, puedes burlarte si quieres infeliz. Sabes que atrapamos al asesino.

Carias: ¡Bravo querida mediadora! misión cumplida, celebremos que es lo que cuenta ¡cantemos, bailemos! ¿Y porqué nadie ve a tu amigo Andrew?. ¿Porqué tus amigos te miran como si estuvieras loca?

Emily Elizabeth: ¿De que hablas?- pregunté sintiendo una horrible presión en mi pecho.

Carias: Hay.. Claussen.. Claussen.. Pero que ingenua eres.. ¿De cuando dejaste de observar? piénsalo. Adiós.

-¡Emily Elizabeth! ¿estas a esta hora chateando?- se asomó Elliot por la puerta de mi habitación.

Seguí mi impulso y apague el monitor del computador para que Elliot no se enterara de mi conversación.

No- Mentí.

Elliot me miró suspicazmente. Había alcanzado a ver que estaba por mensaje con alguien.

-Emily.. Estas cambiando.. Ya hace dos semanas que estas así en los diez pasados meses eran tan normal y feliz.. ¿Que diablos pasa contigo?. Actúas muy raro.

-mmmmm.. estoy bien- dije dudosamente.

-Emily.. Parece que me vez cara de imbécil. Tengo un horrible presentimiento que estas metida en algo que escapa mi comprensión. Es como si estuvieses metida en una jaula y.. No se.. Es como no pudiese verte ni tocarte, mucho menos ayudarte a escapar.

pensé que la comparación de mi hermano era bastante cierta. Después de todo no había perdido la capacidad de leer mi mente, en mi corazón.

-De algo si estoy seguro.. Tu me estas mintiendo, y eso lo tengo bastante claro, me da pena saber que no confíes en mi después de tantas cosas que hemos pasado juntos- dijo mirándome fijamente.

No supe como contradecirlo, lo me anime a decir:

-Siempre eh confiado en ti, te quiero.

Elliot ya no agregó nada. Solo salió de mi habitación.

Comencé a marcar el numero del comisario Guillén, no me quedaría de brazos cruzados, necesitaba saber que estaba pasando en estos momentos, por qué ya en este caso.. No tenia el apoyo de mis hermanos.

-¿Hola, en que puedo ayudarte?
-Comisario dígame la verdad. ¿Como va la investigación? ¿han encontrado algo nuevo?

El comisario tardo en responder.

-Melquiades Guntra esta libre de evidencias. No hay ningún rastro de cuerpos y el sigue negando todo. Estoy ,tratando de tenerlo bajo arresto por más tiempo, pero..

Guillén no supo como continuar.

-Pero ambos sabemos que es imposible mantenerlo encerrado sin evidencias- concluí la frase.

-Sí tienes razón, pero es mejor que este tras las rejas- me respondió.

"Claro, si es en demonio"- De pronto, al ver por mi ventana a tantas personas caminar de prisa, que el mundo podía estar, poblado de demonios encubiertos, que la labor de un mediador podía ser increíblemente agotadora.

-Adiós comisario, no quiero que me hermano me escuche hablando. Nos vemos.

Ya había llegado al colegio. Debido a la conversación del comisario, el pesimismo volvió a mi como una grave infección.

-¿Terminaste lo de matemáticas?- Me apresuré a preguntar a Kris.

-Sí, pero no creo que estén buenos- respondió.

-Siempre dices lo mismo, y al final están todos buenos. Pásamelos.

Niñas, escuchen, postergaremos la clase por un momento, escogeremos a la mejor compañera.

Me apresuré, en levantar la mano.

-Oliver ven- le dije a mi hermano, mientras le explicaba unos ejercicios a una compañera.

-¿Que paso pequeña?

-Oye esta inútil de profesora que tenemos, ¿no tiene nada mejor que hacer?

-Al parecer no.. Pero yo acato ordenes solamente- Dijo mi hermano.

-Ayúdame, ve a buscar una silla y te sientas al lado mio, para no copiarle todo a Kris.

-Por favor no me digas que no los hiciste.

-No los hice, ya hacerlos- le dije apuntando mi cuaderno.

-Esta bien..- Respondió con un suspiro.

-En un "papelito" entregenme el nombre de la persona que consideren mejor compañera.

-Emily a que sales tu. dijo Kris riéndose.

-Graciosa- le respondí haciendo una mueca, Kris sabía que con mi curso no me llevaba para nada bien. Debido a la capacidad de inmadurez que tenían mis compañeras, yo solía juntarme siempre con niñas de cuatro años mayores que yo.

-¿Por quien votaras?- preguntaron al mismo tiempo Kris y Oliver.

-Nulo ¿y ustedes?- le pregunte.

-Yo como profesor no puedo votar- Dijo Oliver.

-Yo también nulo- dijo Kris.

-Niñas, María Ignacia Marquéz obtuvo la mayoría de sus votos, por lo tanto ella es la mejor compañera.

-¡Bravo! no le doy más de tres días- dije inconscientemente.

-¿¡Que!?- preguntaron alterados Kris y Oliver.

-Perdón, no se por qué dije eso- respondí confusa.

En ese preciso momento sonó mi celular, con el especial timbre, indicando que se trataba de un mensaje.

"bravo mediadora, por fin abres lo ojos y te das cuenta de que la realidad es un sueño, y el sueño la realidad. Ella es la próxima."

Mi mente se nublo, mi corazón latía rápido y sentía que en cualquier momento se iba a pasar. No me lograba explicar como había deducido ese calculo tan rapido, eso me llevo a comprobar que esto seguía en pie..

-Me voy- les dije.

-¿Que? ¿Perdón? ¿Escuche bien?- preguntó mi hermano en tono irónico.

No lo quise escuchar, y me esfume por la puerta de la sala como un rayo.

-Andrew.. te necesito aquí conmigo- susurre para mi misma.

Me fui a caminar más bien a correr sin rumbo alguno hasta que di con un bosque. Mí respiración se agitó. Comprendí al instante de lo que se trataba, pero no podía estar segura. No hasta..

Mis ojos se encontraban con otros que ya no me resultaban ajenos. Estaban inyectados de sangre.. Un demonio más.. Suena ya tan obvio mencionar eso. "¿Qué le pasa a este maldito?"-. Me pregunté, anticipando el, que poco a poco comenzaba a fluir por mi interior. "¿Porqué me molesta?". El hombre del abrigo no dejaba de mirarme. Y tampoco yo quería apartar la vista. Una pequeña guerra de aguante.

"El problema no es tener miedo, si no que hacer al respecto"- pensé.

Estaba esperando que el hombre viniera a mi encuentro, en vez de lo que yo temía: Que huyera y me impidiera terminar esto de una vez y por todas.

Tal como pensé, el sujeto estaba huyendo, y decidí ir a su encuentro.

"Bravo mediadora. ¿Y se puede saber que harás cuando lo alcances? ¿Tal vez cruzaras los dedos para evitar que te ataque?. Suerte."

Sentía que me acompañaba esa voz, ahora no tan solo me mandaba mensajes, si no que me los trasmitía en la mente.

"Lo que te hubiera servido de algo sería dar una leída a cierto libro olvidado querida mediadora."

Tenia yo tanto tiempo ese libro, y nunca se me ocurrió leerlo. Tal vez ahí estaba la clave de todo, pero no me importaba.

¿Que estoy haciendo? ¿estoy enfrentado un demonio así como así?- me cuestione- Que daría para que estuvieras aquí Andy.- susurre.

Iba en la mitad del recorrido por donde había pasado el sujeto, no había rastro de el ¿Y si era una trampa? ¿Dios mio.. y si no encuentro la salida?

El corazón comenzó a golpearme el pecho con fuerza. La adrenalina me intoxicaba la sangre. Me sentí mareada. El miedo me amenazaba.

De pronto, en el silencio, mi celular me traicionó. Mi timbre sonó dos veces. Lo calle tan pronto como pude. Era un mensaje.

"Créeme, Mediadora esta es una de esas veces, en las que es mejor escapar."

Escuche un gruñido a mis espaldas. Una de tantas pesadillas vuelta realidad. Conocía perfectamente ese tipo de gruñido, había formado parte de mis terrores internos desde mi más "tierna infancia", el gruñido se desplazó a mi izquierda con una velocidad impresionante.

"Esto no esta pasando"- me dije- "Voy a despertar en mi cama como siempre, este es un sueño". Pero el frío, los temblores, las palpitaciones.. Todo real. Tenia que salir de ahí cuanto antes.

Caminé a través de la pared sin despegarme de ella, a pesar de no ver absolutamente nada. Los brutales jadeos eran cada vez más cercanos pero podía percibir que venían ahora solo de una dirección.

Caminé poco a poco, tratando de no hacer ruido.

"Andrew, ven a buscarme.. Por lo que más quieras y sácame de aquí.. Por favor"- Se me ocurrió decir en susurro, sin dejar de desplazarme.

Poco a poco la vista se me comenzó a aclarar. De pronto pude ver de nuevo la luz provenía de una fogata en una habitación. La habitación se encontraba sucia de manchas marrones que identifique como sangre seca. Y junto a la fogata el horror de un perro descuartizado, sin piel, los ojos aun brillantes. Se notaba que lo habían matado hace poco, había una gran cantidad de huesos.

"No debo desmayarme.. Tengo que salvar mi vida".

Un inconfundible ruido de un cuadrúpedo acercándose a toda velocidad.

No quise voltear. Eche a correr abandonando del sitio, aprovechando la escasa luz para no chocar contra las paredes. El maldito perro iba corriendo tras mi. Cada vez menos luz, hasta que todo frente a mis ojos se volvió negro.

"Esto es el terror"- me dije- me arrinconé y esperé, a ciegas el golpe final.

Un desgarrador aullido. Un torrente de lagrimas se aglomeró en mis ojos, luego una garrafa de viento.

Apenas sentí cuando mi cabeza golpeó contra el suelo.

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