Libro de los héroes.-

Libro de los héroes.-

27 de octubre de 2011

Capitulo 21.-

Cuando abandonamos mi casa, me ayudó a darme cuenta que el miedo seguía girando como siempre, que todo el mundo estaba ocupado en vivir, que no había demonios acechando.

En estos diez pasados meses han pasado muchas cosas. Tales como que yo había dejado mi virtud de observar y todas las demás virtudes. Me sentía una persona normal y valla que se sentía bien.

Quien iba a pensar después de este tiempo, después de tanto odio, indiferencias, desprecios y tantas cosas más.. Kate era novia de mi hermano Oliver y su ex novia Annuk nunca apareció.. Fue como si se la hubiese tragado la tierra.

Y pues, hablando de Kris se encontró un gato y era como su hermano, suena absurdo, pero este era un caso distinto, ninguna especie humana puede comprenderlo.

También, llego de Estados Unidos, Zac.. El hermano de Kate lo cual habían estado separados por siete años.

Y Elliot.. Como siempre solo, tan lindo que era mi hermano, pero siempre solo.. Pero así era feliz haciendo lo que amaba, permanecer en la brigada.

Y yo.. por ultimo, mi vida era normal.. Nunca volví a ver a Carias, duele admitirlo, pero creo que tenía razón a el y a mi nos conecta la sangre por lo cual sentía que lo necesitaba.

También en este ultimo tiempo, llego un nuevo alumno al colegio, llamado Andrew, el se había convertido en uno de mis mejores amigos, pero nunca comprendí que siempre cuando estaba con el mis amigas, mi tío y hermanos me miraban como si estuviese loca.

Pero por mas tranquila que estuviera mi vida, en estos meses aún, siento un vació, como si extrañara los demonios. ¿Que risa? ¿no?.. Bueno yo solamente me entiendo.

"Ya se terminó". Solo puedo decir eso.

Eran las siete de la tarde. La tarde era melancólica, con ánimos de lluvia. Tal verme sola en la plaza, una vez que James, Kate y Kris se despidieron a mi, me sorprendí sintiéndome feliz. Mire hacia la ventana de mi casa y me imaginé a mi misma volviendo a mi rutina, tocando música con mis hermanos, haciendo deberes de la casa, preocupándome de mis notas, chatear con mis amigos, poner mi música favorita.. Y así sucesivamente.. Que linda vida llevaba ahora.

Me acerque al monumento "Madre tierra" y asegurándome que nadie me estuviese viendo, me atreví a decir:

-Gracias.

Luego, corrí a mi casa, al paso de que lo permitiera mi pierna.

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