Libro de los héroes.-

Libro de los héroes.-

12 de noviembre de 2011

Capitulo 29.-

Cuando llegué a mi casa me quite el uniforme y me pude la tenia más formal que tenia, un vestido negro. Luego me prepare mentalmente. Para ver que iba a revisar en su casa y a la vez pedirles disculpas a sus padres.

Salí de mi casa, y sentí la necesidad de ir a ver a la plaza. Un instinto me llevo a pararme frente a la estatua "Madre Tierra" y comenzar a hablarle, luego que inicie la platica poco a poco me fui sintiendo bien.


-Dice Kate que puedes escuchar. Yo no creo que sea cierto, pero de alguna manera me haces sentir bien. Soy alguien que confía en mis ideas y si es necesario, llegare al punto de morir defendiéndolas, y eso nadie me lo entiende. Por eso te pido que me ayudes a resolver esto, y completar mi misión y así poder salvar el alma de Andrew. Ayúdame Madre Tierra por favor.

-¿Ya te volviste loca? ¿estas hablando con la estatua?

Me gire a ver quien era. Era Kate, con su tu-tu puesto, al parecer tampoco había ido al colegio. No pude evitar sonreír. Yo misma siempre le decía que estaba loca por que hablaba con la estatua.

-Kate.. Quiero pedirte disculpas por no haberte hablado este tiempo, aclare mis ideas este tiempo, y la verdad es que cometí un error. Lo siento- Le dije a mi amiga.

-¿Tu pidiendo disculpas? ¿quien te lavo el cerebro?- dijo esta riendo.

-Nadie solo me eh dado cuenta de mis errores- dije con una gran sonrisa en mi rostro.

-No te preocupes- dijo abrazándome.

-Y bien.. ¿Tus padres tampoco te dejaron ir al colegio?- le pregunté.

-No. Y tampoco me dejan estar estar con Oliver, Elliot y tu. Ya se enteraron que la niña asesinada iba en nuestro colegio- dijo Kate.

-Lo siento- dije tristemente.

-Pero no me importa, yo le hablo a quien se me de la gana. No te preocupes- dijo Kate.

-¿Y también te pidieron que terminaras con Oliver?- le pregunté.

-Si, pero nunca lo haría, antes muerta- dijo Kate.

Reí por la exagerada respuesta de Kate, luego agregué:

-Que lindo gesto- dije sonriendo.

-¿Es lo que hacen las novias por los novios no?- dije riendo.

-Hay Kate.. Nunca cambias- dije riendo nuevamente.

-Soy genial- Dijo sarcásticamente.

-Te quiero pedir un favor enorme- le dije a Kate.

-No vallas a cometer locuras Emy.. Haber.. ¿De que se trata?- preguntó Kate.

-Quiero que averigües, quien muere en "La profecía". Carias me dijo que ahí estaba la pista de todo. Le respondí a Kate.

-¿Estas loca? tu sabes que le tengo pánico a lo que sea de terror- me respondió con cara de horror.

-Cuando tengas los nombres me mandas un mensaje. Adiós- Dije llego hacia donde estaba el chófer.

-¡No! hasta que me digas a donde vas tan arreglada- me gritó Kate.

-Voy a casa de la niña asesinada, y después donde me lleve el destino- le respondí- te encargo la pregunta es muy importante. Adiós- le dije corriendo hasta donde Gastón.


Llegue a la casa de Monica Pinto, las flores que llevaba eran las que había comprado con el dinero de la Directora.

Llame al timbre, al poco tiempo respondieron:

-¿Quien?.

-Buenos días, vengo a ver a mi amiga Monica- respondí.

Caminé por el tranquilo pasillo, su casa era muy humilde. La familia era de clase baja. Supuse que la familia había estado haciendo grande sacrificios para mantener a su hija en el colegio Isaac Newton en vez de tenerla en cualquier escuela pública. Al parecer sus padres tenían una gran esperanza puesta en ella, que ahora se había ido para siempre con su muerte.

Divise una persona con traje negro y de cabello largo, por lo visto tenia mucha prisa. El corazón me anunciaba que algo malo sucedería.

Al fondo del pasillo apareció Melquiades Guntra. Por mi mete pasó. "Puedo soportar el miedo, puedo soportarlo."

Apreté los dientes, no quería que Guntra notara mi miedo.

-Nos volvemos a encontrar Melquiades- me atreví a decir.

-Me sorprendes Mediadora, que bien soportar el miedo. Has estado entrenando- Dijo con su voz ronca.

-¿Que haces aquí?- le pregunté.

-Vine a ver a la familia. Ellos son victimas, de los imbéciles que no sabes hacer tu trabajo. Te lo imaginaras Mediadora.

-Sí me equivoque, fue porque mis sentidos me engañaron, pero quizás tu aun tienes algo que ver con esto. Maldito- Dije apretando mis puños.

-"Ja, ja, ja, ja"- Rió como un loco- mira como tiemblo-dijo este, como si estuviese jugando- Abre los ojos. Soportas bien el terror, pero no sabes nada.

-Me tengo que ir- dije caminando hacia la salida.

Guntra me empujó al suelo.

-La única razón de porque no te devoro aquí, es porque quiero hacerlo con calma, quiero hacerte pasar el terror que jamas hayas soportado. Quiero que tu muerte sea muy lenta y dolorosa.- dijo agarrándome del cuello.

-¡Me tengo que ir maldito! ¡Que parte no entiendes de eso!- dije levantándome del suelo.

Guntra se había ido, como una normal y civilizada persona.

Subí mas escaleras, hasta llegar al velorio nuevamente, iba pensando que lo que le había dicho a mi hermano Elliot se aproximaba.. Mi muerte.. Se aproximaba. De repente me toque frente a frente con el comisario Guillén.

-¡Que haces aquí!- me dijo el comisario sorprendido.

-Monica... emmm.. era mi amiga- mentí.

-Comprendo, vienes a ver a su familia ¿verdad?- pregunto el comisario.

-Sí, pero también..

-¡Te pedí que dejaras el caso!- dijo el comisario alterado.

-No me pidan que haga eso.. No puedo, mi cuerpo quiere, pero mi mente y corazón no- dije tristemente.

-Bueno tampoco es para tanto. Eh sido demasiado duro contigo. Discúlpame. Vamos subamos.

Al subir las escaleras, me dio un ataque de llanto pero supe contenerme.

Tocamos a la puerta.

-Buenos días señor Pinto. Mi sobrina Emily viene a dar sus condolencias- dijo el teniente.

-Claro. Pasa supongo que tu y Moni eran muy buenas amigas.

Preferí no agregar nada, varias personas llegaban a darle el ultimo Adiós a Monica Pinto. Algunos lloraban. Y en general el ambiente era muy melancólico. El comisario me llevo donde la madre de la niña. La señora se inclinó y me abrazó. Al parecer se había quebrado en una torrente de lagrimas, trate de soportar el fuerte desahogo de la señora. Luego me dio un beso en la mejilla y volvió con las demás personas.

Me recargué de brazos cruzados a la pared, junto con el comisario. Se respiraba un aire de tristeza, que casi ya no soportaba.

Y entonces el comisario susurró en mi oído:

-Pon atención.

-No pude dejar de sorprenderme, el comisario había conseguido sacarme una gran sonrisa. Eso me dio a entender que me estaba dando la bienvenida al caso.

-A la izquierda esta el baño, en el segundo piso. Justo al lado esta la habitación de Monica. Pide permiso para ir al baño, vamos yo te cubro- dijo el comisario haciéndome unas disimuladas señas.

Seguía asombrada. Pero no tenia tiempo que perder . Me acerque a la señora, y le pedí prestado el baño. Y de manera inmediata fui hacia a ya.

Encontré enseguida la habitación de la sexta victima. Puse a trabajar mi mente, los segundos valían oro. Me puse a absorber todo lo que viera, para que quedara grabado para siempre en mi memoria.

No había nada que me llamara la atención por el momento, había en su armario unas rameras, también unas peinetas de juguete, unos cuantos accesorios de maquillaje,una bolsa y un reloj de pulsera. Hasta el momento no sabia nada de mi compañera, nada más que iba en mi curso, y era una excelente persona.

De pronto me asombró un detalle. Fue como salir de muchos obstáculos. Revisé la bolsa. Un aire de optimismo vino a mi. Mi corazón se aceleraba.

-¡Claro, como pude ser tan ciega!- dije en un leve grito- que tonta soy..

Saque un boleto, que era un premio. Era un moderno celular.

Salí tranquilamente de la habitación, y me puse como si no hubiese pasado nada, al lado del comisario.

-¿Encontraste algo?- preguntó el comisario.

Me puse a reflexionar por unos instante, y respondí:

-No, no encontré nada- le respondí.

El comisario, Hiso notoria su decepción.

-Ahora me debo ir, adiós comisario.

-Gracias, de todas maneras. Adiós.

EL comisario, sospecho algo el apuro en irme. Se animó quedarse un rato más con la familia.

Iba corriendo en busca de un taxi.. Hasta que..

-¿Que pasa a donde vas con tanto apuro?- Dijo Andrew deteniéndome.

-Que bueno que estas aquí, acompáñame.

Tomamos el taxi y nos fuimos al centro comercial.

-¿Que pasa Emy?- preguntó Andrew.

-Eh encontrado una pista muy importante, después te la digo con más calma.

-Señorita.. ¿Se siente bien?- preguntó el chófer, al ver que "hablaba sola".

Andrew rió a carcajadas.

-Es mi vida, usted solo maneje.

El chófer me miró con cara de asustado.

Nos bajamos en el centro comercial, cerca de la villa Especular. Tenia una mezcla de miedo y entusiasmo. Ahora estaba en la pista correcta.

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