-¿Que pasa?- pregunté
-¡Ssssshh! tranquila no te pasara nada, pero cállate- respondió Andrew.
No me tuvo que explicar mucho. Al instante escuchamos ruidos en la casa. Y luego pasos. Me había puesto a cantar inconscientemente y Andrew me tapó la boca. Escuchamos una horrible voz grave, como si proviniera de algún monstruo.
-Maldita gente estúpida- dije.
Luego escuchamos que la voz, empezó a patearlo todo, a destruir todo lo que veía, por poco patea el mueble en que estábamos, pero por fortuna se arrepintió. Después enseguida escuchamos un horrible rugido. Después un silencio sepulcral.
Esperamos cinco minutos más. Cinco minutos que fueron eternos, tratando de no hacer ningún tipo de ruido. Pero al fin pude decir que estábamos solos, que no había peligro . Era algo que no podía decir porque, solo lo sentía.
Salimos. Ambos temblábamos de frió. Cuando de repente salí bruscamente y había unos alambres con espinas así consiguiendo que se me abriera una gran herida.
-Genial, ahora me quedare sin pierna nuevamente- dije riendo sarcásticamente.
-Uh.. Esta bien fea la herida ¿te duele mucho? a ti solamente de te ocurre venir con este frió de pantalones cortos, que especial eres- Dijo Andrew con sarcasmo atándome un pedazo de su ramera que había cortado para amarrarme a mi pierna.
-Ya déjame- dije riendo- vine así porque me sentía cómoda, y además no me duele.. Los cobardes lloran por estas cosas.
-Hay Emy..- Dijo Andrew suspirando- ten ponte mi abrigo mejor, antes de que mueras congelada- dijo riendo.
Mire hacia la pared. Las llaves estaban caída. Me acerque para agrupar las llaves que habían caído al suelo.
-¿Que pasa?- preguntó Andrew.
-Falta una llave- respondí.
-Supongo, que a eso solamente vino.. A recuperar las llaves de su casa.
Escuchamos golpes en la puerta. Golpes violentos que nos hicieron saltar de miedo.-
-¡Señorita Emily! salga de ahí ¡Abre! ¡Abre!- dijo el chófer.
-¡Te eh dicho que to te matas en lo que no te importa!- dije abriéndole a puerta.
Pero al parecer, no era el chófer, era un horrible espécimen que había sabido imitar muy bien la voy de Gastón.
-¡Te voy a matar maldita!- dijo el monstruo lanzándome al piso, y no me puede defender debido a la herida de mi pierna.
-¡Que quieres de mi déjame en paz maldito! Andrew ayúdame- grité.
-No te atrevas a tocarle ningún pelo más o sabrás realmente quien soy- dijo Andrew desafiando al sujeto.
-Nos volvemos a ver Andrew-Dijo el sujeto escupiendo al piso.
El sujeto tomo a Andrew y lo azotó contra la pared, dejándolo casi inconsciente.
-Eso no te lo permitiré- dije tomando una cuchilla que estaba a mi costado.
-¡Alto Emily! dijo Andrew poniéndose de pie- recuerda que tu no puedes enfrentar demonios, tu solo los identificas- dijo gritando.
-Así es- dijo el sujeto, por lo tanto tu vida acabo en este preciso instante- dijo lanzándose encima mio tratando de enterrarme tu navaja en el cuello.
-¡Alto!- Gritó Andrew empujándolo hacia la pared, consiguiendo enterrarle su propia navaja en el corazón y así el sujeto cayo muerto en el piso.
-¿Mu..mu..rió? dije tartamudeando.
-Sí este era un demonio muy fácil de derrotar, pero era muy perseverante- respondió.
-A todo esto.. ¿Como dijiste que no me podías ayudar en mis misiones, si tu lo mataste?
-Lo que pasa, es que como estaba en frente a el, los héroes se pueden enfrentar a los demonios de frente, ya que como sabes esto es una lucha entre el bien y el mal, y en este caso yo protagonizo el bien ¿me entiendes?- dijo Andrew explicándome.
-Claro..- respondí.
-Ya ahora es mejor que salgamos de aquí- Dijo cargándome- así no puedes caminar.
-Gracias- dije sonriendo. Y nos fuimos de la escalofriante casa.
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