Capitulo 40.-

Ahí se quedaron los gemelos, llevaban media hora en el centro comercial esperando algun rastro del asesino, esperaron y esperaron, miraban por todos lados. Nada, quisas era inutil seguir, pero los gemelos no se daban por vencidos.

-Esto no se va a quedar así..-Dijo Elliot.

-¡¡¡Mierda Elliot!!- Grito Oliver-

-¿¡Que pasa!?-Le gritó Elliot de vuelta-

-¡¡¡Es ella hermano , es ella!! ¡¡¡Mira la tienda de al frente, ahí esta, esta en su auto hermano la tenemos!!! Dile al comisario que traiga cinco patrullas más!!- Dijo Oliver-

-Elliot comenzo a marcar y enseguida contesto el comisario- Comisario por favor rodeen ese auto gris que se paro frente a la tienda de al frente ¡es ella comisario la tenemos!

-Enseguida, preparare más patrulla, cambio fuera- corto el comisario-

-Yo no me quedare aquí- dijo Elliot bajando del auto y dirijiendose al auto apuntado con su arma-

-¡Si tu vas voy yo!- Dijo Oliver, llendo detras de Elliot.

-¡¡¡Estas rodeada!!!-Gritó Elliot atravez de su megafono-

-¡No tienes salida entregate!- Grito Oliver aun apuntando.

Adriana Gutierréz, alías Eris, se dio cuenta que ya era demaciado tarde.
La policia en estos momentos, ya la tenian toda rodeada, no habia escapatoria.

Había estado pensando tener una nueva victima, ni niña del vestido negro, Kate.. Pero sabia que no seria posible. Ahora todo el mundo sabia de ella, gracias a la niña de cabello corto y piel palida que habia logrado escapar.

Los dioses habian dejado de favorecerla. Estaba detenida en su auto, y puso su cabeza en el respaldo del asiento. Habia comenzado a llorar..

Sus lagrimas, eran verdaderas lagrimas.. nunca antes habia experimentado eso. Su mente se fue al tiempo cuando recien fue contratada como guardia de seguridad en el centro comercial, descubrio la mirada aterrorizada.. de una niña, la niña final.. la niña que siempre habia deseado tener como ultima victima..
Se limpio sus lagrimas.

Abrio la guantera y tomo una jiringa.

Se arrepintio. Sentia que nada valia la pena. Kate estaba inconciente en la parte trasera del auto. Pero enseguida Eris comprendio que ya no habia nada que hacer con ella. Ya no podia extraer sangre.. la sangre en la que manchaba falsos huesos para entregarles a cada padre los "restos" de sus hijos. Todo era inutil.

Golpeo con fuerza el tablero del auto. Golpeo su frente en el volante.

Sentio muchas miradas cerca de ella..
Miro por el retrovisor..

Miro su propio reflejo, se miro ella misma con una pistola en la mano. No le gustaba lo que estaba sintiendo..

Miro por el espejo.. Habia dos hombres identicos, con trages de detectives apuntando a su auto, sentia en rencor en sus miradas.. Al parecer lo unico que queria era su hermana..

Los dioses.. Sentia que los dioses estaban en su contra, todo estaba en su contra, no podia seguir con la mision, todo era inutil, no valia la pena seguir con esto..

Dejo una carta en el asiento del conductor, una carta en donde contaba su vida..

Sacó las pistola de la funda , le quito el seguro, y bajo del auto.

Se quedo sin aliento en cuento puso los pies en la calle. Ese reflejo que habia mirado.. Su reflejo, eso sin duda no era un humano, no era de este mundo, no pertenecia aqui... Quedo inmovilizada. No podia reaccionar.

No lo penso dos veces y se disparo a si misma en su craneo..

Kate estaba en un profundo sueño, en ese momento no escucho nada, ni el grito, ni el disparo. Tampoco se entero de la sangre que salpico en los vidrios y en su rostro. Tampoco noto cuando el auto avanzó de nuevo, abandonado para siempre.. en el callejón, del inerte cuerpo de Eris.